viernes, 15 de julio de 2011

He llevado a cuestas los recuerdos de una vida, vida que a decir verdad, no sé si ha sido buena o mala,  la cual sin duda está llena  gratos instantes.

Cierro los ojos y ya no me veo aquí; daré rienda  suelta a los sueños de antaño, aquellos que por largo rato se fueron empolvando en el baúl del "algún día".

Ser como "Rose Dawson", que a pesar de dejar ir lo que más quería, supo darle un giro a su vida, y enriquecerme  de nuevas experiencias. . . .  que el día de mi partida, las paredes que hoy lucen vacías estén llenas de hermosos lienzos y en todos ellos dibujada una sonrisa.

Una sonrisa bella y no aquella de una pose, sino aquella que brote del alma.

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